«Déjate respirar por la vida»

 

Déjate  respirar por la vida en todas las primeras veces que no quieras olvidar.

Déjate mecer por la vida y las primeras veces que guardas para siempre en tu corazón

y que no tienes que dejar aisladas en un cajón.

Existen muchas primeras veces pero no todas se recuerdan.

Solo las que agradeces porque sentiste como te respiraba la vida y el universo fluía.

La vida infinita como las primeras veces que me besaste,

las primeras veces que me respiraste.

En el cuerpo que habito tu recuerdo me hace sentir el presente infinito,

el momento en que te precipitaste a mi abismo.

 

Dejando mi cuerpo tan lleno del tuyo. Cayendo al vacío.

Subiendo por muros que no son solo míos pero volando libres,

ya que amar sin poseer  es el amor y amar, amor es lo único que nos queda.

 

Hasta que regreses de nuevo mientras la velocidad mis versos, rompen la barrera del sonido.

Dejándolo todo perdido de poemas a trocitos que no termino, porque no quiero olvidarlo.

Entonces me veo de nuevo asomándome a los acantilados, soñando despierta,

escribiendo,

sin puestas del sol pero sabiendo que aún estoy a tiempo.

Hay primeras veces que no se pueden describir sin que las palabras te lleven al más puro sentimiento

que sentiste al hacerlo por primera vez.

Porque si no es así se olvidan para siempre

y la lealtad es el camino más corto entre dos corazones.

 

Dos almas conectadas nunca dejan de sentirse por más distancia que haya,

ni se calma el fuego, ni se apaga la llama.

“De todos los colores… me quedo contigo”

Nunca antes una escala de grises había llenado mi vida de tanto color.
Nunca antes había sentido tanto el gris en mi piel hasta fundirse en un átomo
de consciencia ante mi propia realidad.
Nunca había estado sumida en tonalidades vertiginosas que han pasado
de casi negro a casi blanco.
Nunca un color oscuro me hizo encontrarme despertándome con toda esa luz
brillando en la oscuridad.

Sumida en el vertiginoso momento en el que te estrellas en tu propia realidad,
para resurgir de las grises cenizas del humo del pasado con cierta introspectiva,
que me hace sentir aún más viva.

Hubo días, demasiados días siempre grises, siempre ausentes, demasiados días,
demasiadas noches, siempre grises.

Un cielo que no dejaba nunca ver el sol,
una luna que se apagaba por no poder ver brillar las estrellas,
durante varios años eclipsados por energías negativas.

Entonces recordé que la polaridad de las cosas cambia
y empecé a confiar hasta que la lluvia dejó de caer,
porque no solo llueve en el corazón, también llueve en el alma.

Y todo se volvió tornasolado, transmitiendo su color irisado,
en felicidad que habita en mi.
Habita cromático con los cinco sentidos,
destacando el plata que brilla transformándose en mi color favorito,
apoderándose de todo lo que me rodea convertido en sonrisa infinita.

Traspasando la barrera de la tristeza, superando el abismo de no caer al vacío,
disfrutando del camino porque no me hace falta llegar,
solo recorrerlo sin llorar
y aflorar los sueños para poder hacerlos realidad sin ninguna impunidad.

Amando un solo color por encima de todas las cosas,
donde solo puedo decir gracias,
gracias por enseñarme lo bonita que puede llegar a ser la tristeza.

 

El día que todo esto acabe
veré de nuevo brillar el cielo lleno de estrellas.

Si hay conexión se crea la magia
y cuando hay magia se siente.

Entiendo la vida en pequeños fragmentos vividos,
pequeños y grandes recuerdos
que llenan mi corazón de consuelo
cuando siento un gran anhelo de ti,
o de cualquiera de las personas que quiero
y no tengo cerca.

Mi magua, la que llevo por dentro,
que nunca se cansa de recorrer mi cuerpo.
La noto como se mueve porque a veces quema
y me arde el pecho,
después inhalo y expulso el aire muy despacio
para que no duela tanto.

He pensado tantas veces que puedo volar sin caer
que una más no me da miedo,
me hace más fuerte.

Ser fuerte aunque duela, aunque dudes,
aunque temas no saber que va a pasar.
Luchar por lo que quieres te hace aún más fuerte,
luchar por lo que amas y a quien amas.

El día que todo esto acabe lo primero que haré
será poder abrazarte.

Este poema se escribió durante la pandemia como colaboración del libro que publicó S-mal poesía (Poetry Slam Zaragoza).